“Sabes que tienes toda la libertad para ir, querido;
no te preocupes si comienzo a llorar”
del romance Lie Down in Darkness, de W. Styron
El estudio de la comunicación humana desarrollado por los antisiquiatras es un dato científico original en la comprensión de las relaciones de poder. A pesar de haber sido fundamentados hace más de cuarenta años, estas investigaciones fueron prácticamente abandonadas por la Sicología, nunca teniendo espacio significativo en Brasil.
Fue en 1956 que surgió el trabajo decisivo en ese campo, realizado en la Universidad de Palo Alto, en Califórnia, E.E.U.U., por Gregory Bateson y su equipo, publicado con el título “Sobre uma Teoria da Esquizofrenia”. Ellos desarrollaron la idea de una maniobra conocida por Duplo Vínculo, que se ejerce en las familias de los esquizofrénicos en uno de los miembros, especialmente elegido, de la familia.
Estaba así descubierto y caracterizado el doble vínculo como el instrumento de poder más eficaz y actuante para la dominación y disciplina de las personas en las sociedades jerárquicas. Su poder deriva fundamentalmente del hecho de ser usado en las relaciones familiares, siempre asociado al sentimiento más poderoso en la vida humana: el amor. Así, además del miedo de la violencia física que puede producir el dolor y la muerte, las sociedades jerárquicas disponen aún más del chantaje afectivo y del doble vínculo como armas tanto más poderosas, como más grande sea el amor que una a las personas. Se torna de extrema importancia para la Soma, por lo tanto, este estudio, una vez que visa la comprensión, en el plano micro-social, de los mecanismos de poder y control. El amor, en estos casos, se transforma en el principal insteumento de dominación en las relaciones sociales.
El doble vínculo caracteriza una doble comunicación que produce una ligación doble también entre comunicador y comunicando, siendo que los comunicados se oponen uno al otro. El doble vínculo ocurriría cuando una persona nos dijera sí y no al mismo tiempo, si demostrara estar alegre y triste de una sola vez, se traspareciese odiarnos y afirmase verbalmente su amor por nosotros. La doble vinculación puede ser hecha por medio de dos canales de comunicación, afirmando por el habla y negando por la expresión facial, por ejemplo. También puede ocurrir en apenas un canal de comunicación, en el paradojo entre un contenido de un habla y su inflexión.